jueves, 3 de mayo de 2012

El informe RIMISP


“Distinto sería si estuviésemos hablando de países como los nórdicos, en donde la gran mayoría de su población está alrededor de la media.”

La literatura sobre desigualdad ha reconocido desde hace unos años la necesidad de cambiar el eje de la discusión.  Cada vez se habla menos de desigualdad entre países y más de desigualdad a lo interno de cada país.  Algunos llevan el argumento todavía más lejos y dejan atrás la distinción gruesa entre urbano y rural, para escarbar en diferencias más finas.  Entre regiones y municipios, ó con relación a diferentes grupos sociales – mujeres, jóvenes, indígenas, o afro descendientes.  

Es en esa perspectiva que el centro latinoamericano para el desarrollo rural RIMISP hizo una apuesta interesante hace algunos meses al proponerse elaborar un informe regional sobre pobreza y desigualdad con enfoque territorial.  A partir de estadísticas y bases de datos oficiales capturan seis dimensiones socioeconómicas del bienestar: salud, educación, dinamismo económico y empleo, ingresos y pobreza, seguridad ciudadana e igualdad de género.  Y lo hacen al mayor nivel de desagregación posible.  

Además, diferente a los informes que regularmente producen organismos regionales y mundiales como PNUD, CEPAL o Banco Mundial, el trabajo fue comisionado a especialistas de universidades, centros de pensamiento y organismos de la sociedad civil en la región, con lo cual abona al fortalecimiento de capacidades locales.  Los países investigados fueron: Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua y Perú.  Cabe señalar que estos diez países concentran aproximadamente el 85% de la población de América Latina, el 90% del producto interno bruto y casi la totalidad de los pobres de la región. 

La primera parte del informe documenta las brechas territoriales que existen en cada país.  Allí se revela cómo en algunas dimensiones de bienestar, las zonas urbanas son más rezagadas que las rurales.  Por ejemplo en materia de desigualdad y seguridad ciudadana.  Por su parte, las zonas rurales no solamente presentan los mayores rezagos en acceso a servicios básicos, sino que además una profunda inequidad de género así como con relación a ciertos grupos étnicos.  

La segunda parte busca explicaciones a estas brechas.  Dentro de las hipótesis que lanza están la existencia de políticas públicas regresivas por cuanto apoyan de manera privilegiada a territorios que cuentan con capacidades, riqueza y bienestar mayores al resto del país.  Así también se señala la debilidad de gobiernos locales para gestionar la función pública y articular esfuerzos públicos y privados.  O bien capacidades limitadas de la misma sociedad civil, que no logra acuerdos básicos que le permitan plantearse objetivos de mediano y largo plazo en territorios definidos. 

El valor agregado de un documento como este es que pone el énfasis de la discusión sobre equidad a lo interno de cada uno de los países, a diferencia de las típicas comparaciones internacionales del país A con el país B o la región X con la región Y.  La comparación intrarregional da un sentido de pertenencia y pertinencia mayor para la ciudadanía porque los referentes son realidades familiares, cercanas.  Con ello la posibilidad de sensibilización y cambio aumenta.

Pero además, al poner el acento en los territorios, automáticamente estamos escarbando más allá de los promedios nacionales, que por definición esconden las grandes heterogeneidades de una región tan desigual como la latinoamericana.  Distinto sería si estuviésemos hablando de países como los nórdicos, en donde la gran mayoría de su población está alrededor de la media. 

Finalmente, hay que reconocer que el enfoque territorial no solamente es una herramienta poderosa para diagnosticar, sino también para interpelar a las políticas sectoriales.  Sin embargo, también hay que decir que el enfoque territorial tampoco ofrece una respuesta contundente al problema.  De manera que la discusión sigue abierta. 

El lanzamiento oficial del informe RIMISP se llevó a cabo en la Escuela de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México el pasado martes 24, y habrá presentaciones en diferentes países.  En Guatemala se hará en la última semana de mayo.  Tanto el documento como las bases de datos que sirvieron de soporte están disponibles en el sitio de internet www.informelatinoamericano.org

Prensa Libre, 26 de abril de 2012. 

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