jueves, 17 de febrero de 2011

El hilo rojo de Washington

“Cualesquiera sean los motivos para haber seleccionado estos países, parece que Washington tiene un nuevo hilo rojo para su relacionamiento con la región: estabilidad y seguridad.”

¿Qué pueden tener en común tres países tan disímiles como El Salvador, Chile y Brasil? Uno es un país pequeño, con un proceso de transición democrática y pacificación que no ha sido fácil. Que actualmente vive un ejercicio histórico de alternancia real y formal en la conducción política del gobierno, lo cual ya da para mantenerse entretenido por varios años. Pero además, es un país ubicado en una región expulsora neta de personas, y que cada vez más se constituye en un hub de la droga y el crimen organizado.

Al sur está Chile, un país con aura muy positiva de estabilidad, institucionalidad, alternancia en el poder, manejo prudente de sus recursos naturales y una tradición establecida de buena gestión macroeconómica. Que está por ingresar al club de los países desarrollados, y que a la fecha no ha dado muestras de tener aspiraciones de ejercer un liderazgo mundial.

Y finalmente Brasil, un peso pesado en la arena económica y geopolítica, no solamente en la región sino en el mundo entero. Reserva global de recursos naturales y ahora generador importante de tecnología e innovación. País al que le hacía falta anclar su gestión macroeconómica para poder darse la estabilidad y capacidad de atender una compleja agenda de desarrollo social. Algo que han logrado en la última década y de lo que ya comienzan a beneficiarse.

Estas tres naciones serán destino del viaje que haga el presidente Obama a América Latina durante el mes de marzo. Y por supuesto, ya circulan análisis y opiniones, no solamente sobre el mensaje que con tal selección quiere dar el gobierno de los Estados Unidos, sino respcto a los temas que definen este momento la relación de aquel país con nuestra región.

El Diálogo Interamericano preguntó a cuatro latinoamericanos cuáles podrían ser los temas que dominarían la agenda en las visitas de Obama a los países. Los cuatro entrevistados fueron Francisco Altschul, Embajador del El Salvador en Washington; Peter Hakim, presidente emérito del Diálogo Interamericano; Sergio Bitar, ex ministro de varias carteras en Chile – educación, minería, y de obras públicas –; y Joaquín Villalobos, ex comandante del FMLN y actualmente consultor político. El artículo puede encontrarlo en: http://www.thedialogue.org/uploads/LAA/Daily/2011/LAA110211.pdf.

Altschul, identifica cinco grandes temas para el encuentro con el presidente salvadoreño: combate a la pobreza y desigualdad, seguridad regional, inmigración, cambio climático y relaciones económicas. Hakim ve en la visita a Brasil fundamentalmente un esfuerzo por fortalecer alianzas con un actor que hoy ya puja por un espacio en esferas de decisión mundial, en un contexto en el que es importante para los Estados Unidos consolidar una visión compartida de seguridad global.

Bitar apunta señala más bien hacia la necesidad de elevar el rango de la región en las discusiones con Washington, superando una visión paternalista. Es decir, reenfocando la relación de manera más horizontal, en donde América Latina tenga voz y voto en la construcción de soluciones hemisféricas y globales.

Finalmente, Villalobos lanza una provocación interesante al decir que los países elegidos responden a un reconocimiento al centrismo político en la región como factor determinante para el desarrollo. Su planteamiento reconoce además que los recursos naturales, ayuda externa o acuerdos comerciales no son tan efectivos como la madurez política.

Cualequiera sean los motivos para haber seleccionado estos países, parece que Washington tiene un nuevo hilo rojo para su relacionamiento con la región: estabilidad y seguridad. Mientras que el caso salvadoreño representa la prioridad que de ahora en adelante tendrá la agenda regional (centroamericana) de seguridad, en el caso de Brasil puede verse la necesidad de apuntalar alianzas con jugadores globales en un esfuerzo por desactivar posibles focos de inestabilidad en otras regiones del planeta. Chile, por su parte, se afianza como un socio estratégico de cooperación hemisférica – norte-sur y sur-sur –, así como un referente de estabilidad y desarrollo con visión de mediano y largo plazo.

Seguridad y estabilidad son prioritarias, es verdad. En algunos casos han adquirido ya un carácter de urgencia o pre-condición para poder ejecutar cualquier otra agenda de desarrollo. Para Centro América, dado el peso específico que los Estados Unidos tienen, habrá que procurar que no desaparezcan del radar el desarrollo social y las relaciones comerciales. Son dos áreas estratégicas, en las cuales ya hemos logrado avances importantes que no deben descuidarse.

Prensa Libre, 17 de febrero de 2011.

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