jueves, 10 de julio de 2014

El perfil de la agricultura familiar

“Allí, el papel de extensionistas y asistentes técnicos es fundamental para cerrar esa brecha entre el Estado y el productor.”

Las Naciones Unidas declararon el 2014 el año de la agricultura familiar, en un esfuerzo por visibilizar la importancia que tiene este subsector de la agricultura para la reducción de la pobreza y hambruna.  En ese marco, todas las agencias del sistema que tienen relación directa o indirecta con la agricultura han estado llevando a cabo distintas actividades para reflexionar sobre el papel y las perspectivas que este segmento de población tiene. 

En el caso del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, para la región de América Latina preparamos un estudio sobre el perfil que tiene la agricultura familiar.  Lo hicimos en asociación con RIMISP y el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, así como con diferentes centros de pensamiento en ocho países.  El mismo será presentado el día de hoy por el Presidente del FIDA, Doctor Kanayo Nwanze, en un seminario organizado por El Colegio de México (detalles del evento en el siguiente sitio: http://ifad.org/media/press/2014/alert/3_s.htm). 

El objetivo principal del estudio fue  examinar las características de la agricultura familiar en México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Brasil y Chile, construyendo una tipología que permita entender de mejor manera las contribuciones que dicho sector hace a la economía rural. 

La muestra de países ya ofrece una riqueza suficiente para, además de la cuantificación económica, darnos cuenta de la heterogeneidad que se tiene con relación al concepto mismo de agricultura familiar a lo largo del continente.  Pero además también permite sondear el nivel de apropiación en cada país y el espacio que puede tener en la política pública nacional. 

Así, por una parte resaltan los avances significativos que hay en el Cono Sur, el cual cuenta con definiciones legales, instituciones públicas y presupuesto asignado por el Estado para invertir en el sector –Brasil es seguramente el país en donde la agricultura familiar está más consolidada–.  Pero por la otra, a medida que nos movemos al norte del continente es claro cómo se va perdiendo tracción, claridad política y conceptual, que se refleja incluso en la falta de instrumentos de medición para monitorear a la agricultura familiar.  Para suplir este déficit de información se tuvo que recurrir a encuestas para medir la evolución de la pobreza.    

Con esto más, siendo la región tan heterogénea (desigual), las diferencias al interno de los mismos países también son una característica a tomar en cuenta.  De manera tal que para plantear estrategias de desarrollo a la agricultura familiar se hace necesario un abordaje territorial –territorios funcionales, por citar un ejemplo–, que reconozcan el entorno (p.e. mercados, infraestructura e institucionalidad) en el cual deben interactuar este tipo de productores.     

Finalmente comentar sobre dos de las varias recomendaciones que hace el estudio.  Primero, el acceso a mercados ha sido una constante en cualquier discusión sobre el agro.  No basta con garantizar insumos que aumenten la producción y quizás hasta la productividad si no hay un mercado en dónde colocar los productos.  Y dicho acceso a mercados muchas veces se ha igualado con agricultura por contrato, la cual si bien es cierto es un tipo de mercado, ciertamente no es el único del que se puede echar mano.  Los mercados locales y el músculo del Estado en programas de compras públicas para abastecer a la política social, son dos ejemplos concretos de lo que se puede hacer para dar a acceso a los productores a vender sus producción. 

En segundo lugar, el estudio enfatiza el esfuerzo adicional que debe hacerse para conectar a productores con programas y políticas púbicas que ya existen, pero que por falta de información adecuada muchas veces no llegan a la población que más lo necesita y que debería demandar activamente dicho apoyo.  Allí, el papel de extensionistas y asistentes técnicos es fundamental para cerrar esa brecha entre el Estado y el productor, sin que necesariamente implique crear nuevos programas. 

Lo invito a darle una hojeada al informe síntesis (http://ifad.org/pub/lac/ff_lac.pdf).  El libro completo estará disponible en el mes de agosto.   

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