miércoles, 27 de julio de 2011

Precariedad en la tierra de la abundancia

"La gravedad de la pobreza aparece cuando se hace acompañar de desigualdad y poca movilidad social. Entonces comienza a destilar un cierto determinismo perverso."

La precariedad es por definición inestabilidad e insuficiencia. Entre los seres humanos se traduce en no tener que comer, no tener donde dormir. Acceso a pocas escuelas y aspirinas, caminos de polvo y lodo sin tragantes. Techos de cartón que gotean hasta con la brisa de un estornudo. Perros flacos correteándose con niños flacos, basura con juguetes rotos, hambre con ropa vieja, pocos metros para mucha gente, un solo foco para muchos pares de ojos. En una palabra, precariedad es escasez, falta de, ausencia de… De todo: comida, techo, oportunidades, vivienda, educación, salud, esperanza.

Es el día a día de una masa enorme de gente en América Latina. Sumados solamente los supera la población de Brasil. Muchos con muy poco. Hombres, mujeres y niños que parecen condenados a nacer, crecer, reproducirse y morir en el sótano más feo de nuestro continente. Irónicamente coexistiendo codo a codo con la abundancia, a veces hasta con el despilfarro, y la indiferencia del resto.

La gravedad de la pobreza aparece cuando se hace acompañar de desigualdad y poca movilidad social. Entonces comienza a destilar un cierto determinismo perverso. Que se alimenta de la incapacidad de la sociedad de generar oportunidades y la imposibilidad de soñar en las nuevas generaciones.

De allí la urgencia de engancharnos pronto y reconocernos unos a otros, como parte de un mismo colectivo. Con necesidades materiales distintas pero con derechos iguales. Quizás el punto de partida sean los jóvenes, porque es allí en donde cuajan los sueños y se moldean percepciones de lo que puede y debe transformarse.

Tal vez eso sea lo que explica el nuevo reverdecer de estas ideas. Poco a poco son los nuevos jóvenes latinoamericanos quienes se vuelven a organizar alrededor de proyectos de sensibilización y transformación social. Eso es bueno. Hay que inducir su despertar procurándoles canales sanos y propositivos para que desfoguen su innata rebeldía ante la injusticia. Un Techo Para Mi País (www.untechoparamipais.org) es un ejemplo de ello. Una idea simple pero muy poderosa: un techo construido por los que tienen para los que anhelan. ¡Lo invito a unirse a este esfuerzo!

(Artículo escrito para la campaña Precaria que ha lanzado Un Techo Para Mi País - UTPM, disponible en http://www.untechoparamipais.org/precariedad-en-la-tierra-de-la-abundancia)

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